ENTREVISTA CONCEDIDA AL PERIODISTA LENIN PÉREZ EN MARZO DE 2000

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¿Qué piensa el escritor de la actual situación?
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- Oye bien, Lenín, el politólogo apegado a la etimología más resuelta en cada palabra se tiene que afincar en la diafanidad. ¿Qué es revolución?: un movimiento completo de un astro en su órbita; o un desplazamiento total de un sistema decadente a otro experimental y futurista. Es partir de la noche hacia el alba y no se hace con titubeos, con esguinces, con maledicencias y sin objetivos determinados para los cuales hay que tener bríos fehacientes, a fin de enderezar todas las normas vapuleadas y volver al renacimiento de la democracia en sí, como lo que significa y lo que es. Creo y pienso que esto es lo que está haciendo y pretende consolidar Hugo Chávez Frías.

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¿Se mantendrá el gobierno del Presidente Chávez?

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- En muchas oportunidades te he dicho que la precipitación de Rómulo Betancourt llevó al país al desafuero desde aquel fatídico 18 de octubre de 1945. Si él hubiese tenido la calma suficiente de saber esperar el resultado de las pugna entre los grupos políticos del lopezcontrerismo y del medinismo, que tendría que desencadenar en la democratización total del país, en el voto femenino y en el voto los analfabetos mayores de 18 años, así como otras premisas ya analizadas como basamentos para el nuevo gobierno constitucional que se avecinaba en las elecciones de 1946, no hubiéramos caído en la trampa del 24 de noviembre de 1948 y luego en la larga dictadura.

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- ¿Que qué tiene que ver eso con el actual momento? Muchísimo. La precipitación de Arias Cárdenas no puede, aunque ya las forzó, quebrantar las bases de un juramento que en conjunto ellos, los Comandantes, hicieron en el Samán de Güere hace dos décadas. La revolución no se hace en instantes, aunque se justifican también las protestas de muchos en cuanto a que el actual Presidente de la República Bolivariana se ha visto asediado por múltiples factores heterogéneos y por personajes a su alrededor, en el corto tiempo de su mandato y no los ha sustituido, porque algunos son parte esencial del movimiento revolucionario. Si la tragedia del Estado Vargas no hubiese tenido efecto, el avance tendría que haber sido grande en estos tres últimos meses.

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- Sólo enfrentar esa hecatombe confunde, debilita y hasta hace desaparecer a cualquier gobierno sin respaldo total de civiles y militares como el actual. Allí se demostró que la dirigencia política de Chávez está acoplada a cada una de las eventualidades que pueden atravesársele en el camino.

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¿No cree usted que el pueblo esperaba más de Chávez?

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- El Jefe de Estado no puede jugar al ajedrez de la cuestión política-social-económica, con nerviosismo y espasmos. Llegará el momento de amputar la parte infectada de cada órgano vital. Eso lleva tiempo, hay que aprender la lección universal del campesino hambreado que esperaba a que maduraran los frutos de los árboles circundantes, porque de haberlos tumbado "tiernos", ni le habrían sabido bien, ni le hubiesen alimentado lo suficiente.

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¿Pueden apoyar a Arias Cárdenas los partidos que antes fueron gobierno?

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- Arias Cárdenas está aún fuera de tiempo. La espera lo hubiese llevado al poder, metódicamente, sosegadamente, para continuar la acción ya emprendida o para mejorarla, pero ir ahora a la contienda sólo por la revancha de sacar al ex-compañero que lo rebasó en prestigio y fama al comenzar a fomentar la revolución y hacerla ya objetiva, no es sensato, porque da la impresión que desea conformar un ente político para el proceso electoral con símiles de mercenarios que cayeron por su propio peso de las posiciones que detentaron durante muchísimos años. Por allí ya han asomado como pescando en río revuelto para retomar el camino de la corrupción, algunos personeros no muy santos que pretenden hablar de decoro, dignidad, cuentas claras y ética para con el pueblo. Pero lo más complejo y conmovedor es que a tales comerciantes de la política se les estén sumando dirigentes que pretenden olvidar el pasado bochornoso de las comisiones y se muestran partidarios del divisionismo, como son los casos de Andrés Velásquez, Hermmán Escarrá, Oswaldo Alvarez Paz, Teodoro Petkoff, Alberto Franchesqui, Gonzalo Pérez Hernández y Enrique Ochoa Antich, etc. Lo malo de todo esto es que el Presidente Cháves y algunos de sus seguidores no han sabido interpretar la avalancha poderosa que los secunda y han calificado, con ferocidad, de corruptos, indistintamente a todos y cada uno de los que de una u otra forma participamos en los gobiernos anteriores.

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¿Alguien le ha insinuado que usted es de la cuarta?

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- En mi caso bien te puedo decir que defiendo a capa y espada - eslogan de antiguas historietas esta expresión - la tarea emprendida por el Presidente Chávez, pero que ello no signifique que me sienta avergonzado de haber sido Encargado de Negocios Ad. Interm, más de dos años en el Paraguay en el gobierno de Rómulo Betancourt; por designación de amistad de Ignacio Luis Arcay, aquel Canciller de la dignidad que haya ejercido la diplomacia y tareas consulares en Colombia en el primer periodo de Rafael Caldera; que haya iniciado y repotenciado las Ediciones de la Presidencia de la República cuando ejerció el poder Carlos Andrés Pérez y las haya robustecido, multiplicado y, pedagógicamente colocado en maravillosas pináculos en el gobierno de Luis Herrera Campins, quien tanto aportó a Venezuela en este renglón social y , luego culminar mi etapa de cooperación con el país en el Gobierno transitorio de Ramón J, Velásquez, donde dejé clara huella de cuanto se puede hacer por la cultura, honestamente, desde cualquier ángulo del Poder Ejecutivo. Un caso, a ejemplo, es personal. Cuando salí del consulado en Bogotá en 1974 me sometieron a una investigación tan severa en cuanto a mis ahorros y economías que hasta un sujeto que me sustituyó, en el cargo, husmeó en posibles cuentas ocultas y ventas de visas. El posiblemente venía de esas actividades y hacia ellas regresaba. Jamás encontraron mancha alguna. cuando entré a Miraflores en 1975 desmenuzaron los pormenores de mi existencia para impedirme mi tarea editorial de hombre de letras, y cuando llegó el Presidente Herrera y continué en la misma posición, no faltaron tampoco los investigadores, de quienes, no guardo ni el recuerdo, pues siempre he transitado con el frente en alto.

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¡Es este su caso, pero hay otros personajes muy comprometidos que no podrán decir lo mismo!

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- Esto es, apenas como un ejemplo. Hay millares de venezolanos en iguales condiciones, ajenas a las podridas cúpulas y tribus que mancillaron la honra de la patria con sus prácticas nocivas sobre el erario Público, por lo cual no pueden ser señalados como adversarios, pues con ello pareciera que quisiéramos sembrar en campo abonado para una fractura de la familia venezolana.

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¿Qué opina de lo que sucede en el Estado Trujillo?

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- Varias veces a través de estas páginas del Diario de Los Andes solicité entendimiento entre las fuerzas aupantes del proceso constituyente en Trujillo, pues no puede el Estado seguir en la ciénaga, en el abandono, en el penúltimo lugar dentro de las estadísticas de todas las entidades federales de la patria. Hay que extirpar este coloso de la corrupción que ha tenido aquí raíces mancilladoras durante muchos años. Y qué pasa?, cada quién anda por su lado. En Caracas, traté en varias oportunidades de entrevistarme con el capitán Gerardo Márquez y con el doctor Gilmer Viloria. Tiempo perdido. Estuvieron ocupadísimos en sus actividades de constituyentes y en sus aspiraciones personalistas cada quien arrimando la brasa a su chicharrón. Así no iremos a ninguna parte. Hay que cuidarse para que no renazcan "las oscuras golondrinas" que ya no serían tales, como en política no han sido, sino cuervos hambrientos.

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- El proceso es difícil, complicado y peligroso. EL Presidente Chávez tendrá que mover sus hombres y hacer sustituciones, no cabe duda, pero solicitarle eso para satisfacer a las cúpulas de los viejos partidos derrotados, es imposible, por ello creo que la participación de la candidatura de Arias Cárdenas merma el rumbo de la revolución, pero no le resta compactación al nuevo ejercicio electoral que favorecerá masivamente al Presidente Chávez, quien debería también enmendar la plana de la sátira innecesaria cuando su prédica la hemos recibido en más de una oportunidad como de alta pedagogía. El Fantasma y la intransigencia deben dejarse a un lado. Venezuela espera mucho de una verdadera democracia que borre los "ismos" y deje estela definitiva de desarrollo social, de clarividencia educativa y de sensibilidad mucho más humanitaria, aún que en ese sendero estamos ya y avanzamos hacía una verdadera revolución.

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Caracas, marzo de 2000

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